Existe una relación directa entre la participación y
la celebración, no solo en la
celebración sacramental, sino también en la no sacramental, como la
liturgia de las horas. En las celebraciones están implicados el ministro o los
ministros (que celebran o concelebran), los sujetos (bautizados, confirmados,
penitentes), y todos los participantes, en formas diversas. Todos de algún modo
intervienen por medio de oraciones, respuestas, cantos, gestos, ritos, etc.
La Igleisa necesita de santos, lo sabemos, y ella necesita también de artistas hábiles y capaces; los unos y los otros, santos y artistas, son testimonio del espíritu que vive en Cristo (Pablo VI Carta a los miembros de la Comisión Diocesana de Arte Sacra. 4 de junio de 1967).
miércoles, 29 de agosto de 2012
lunes, 27 de agosto de 2012
PARTICIPACIÓN: CONOCIMIENTO, ACCIÓN Y EMOTIVIDAD
Todo el contenido de la Sacrosanctum Concilium está dirigido a hacer explicito el concepto
de participación activa en la liturgia. La constitución conciliar usa en 16
números el término participación, acompañándola con diversos adjetivos que
especifican su significado (11, 14, 17, 19, 21, 27, 30, 31, 41, 48, 50, 55, 79,
114, 121, 124). Los adjetivos que se utiliza más frecuente, con participación,
son “activa” (5 veces), Consciente (4 veces), fructuosa, plena, comunitaria,
pía, fácil. Todos estos adjetivos involucran las tres dimensiones de la persona
humana: acción (voluntad), conocimiento (inteligencia) y emotividad (pía,
fructuosa, plena).
sábado, 25 de agosto de 2012
SIGNIFICADO DE PARTICIPACIÓN EN LA SACROSANCTUM CONCILIUM
La Sacrosanctum
Concilium en continuidad con la Mediator Dei profundiza y clarifica el
concepto de participación. La Iglesia desea ardientemente que la participación
plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas llegue a todos los
fieles, ya que está es una exigencia de la naturaleza misma de la liturgia. La
liturgia es la fuente primaria y necesaria de donde los fieles beben el
espíritu verdaderamente cristiano. La participación activa es un derecho y
obligación de todo el pueblo cristiano, en virtud del bautismo, linaje
escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido[1].
jueves, 23 de agosto de 2012
PARTICIPACIÓN ACTIVA - Contenidos de la Sacrosanctum Concilium
La Constitución Sacrosanctum
Concilium fue el primer documento aprobado por los padres conciliares. Es
fruto de un concilio que advierte la necesidad de la Iglesia de fortalecer su
fe, que siente la urgente necesidad de dar una mayor eficacia a su sana
vitalidad y de promover la santificación de sus miembros, la difusión de la
verdad revelada y la consolidación de sus estructuras[1]. Dentro
del amplio horizonte de renovación del Pueblo de Dios tiene especial
importancia la vida litúrgica. La Constitución buscará fomentar la vida
litúrgica, en una línea de continuidad con la Tradición viva de la Iglesia, a
fin de que todos sus hijos puedan participar de ella con mayor provecho
espiritual.
martes, 21 de agosto de 2012
EL ORIGEN HISTÓRICO DE LA EXPRESIÓN “actuosa participatio”
El adjetivo “activa” es usado por primer para vez por
el Magisterio en el motu proprio Tra le
sollecitudini (1903), de Pio X. Para el Papa la liturgia es el lugar
privilegiado donde florece y se mantiene el espíritu cristiano. La
participación activa a los sagrados misterios y a la oración solemne de la
Iglesia es la fuente donde los files beben y se alimentan de este espíritu
cristiano[1].Pio X
no se limitó a la enunciación del principio, sino que lo llevó a la práctica
promoviendo la comunión frecuente, la participación de los niños a la
eucaristía y permitió al acceso al rezo de la liturgia de las horas a los
laicos, reduciendo el número de los salmos.
domingo, 19 de agosto de 2012
EL CONCEPTO PARTICIPACIÓN
El concepto “participación” es introducido en el
vocabulario litúrgico en el siglo pasado, promovido por el Magisterio y por el
movimiento litúrgico. Participación deriva del latín (participatio = partem capere:
tomar parte), se usa como sinónimo de adhesión y de intervención. Su uso en la
liturgia deriva de diversos usos profanos. Es usado en el vocabulario político,
económico, social y en el lenguaje cotidiano, indicando no sólo la
participación en algo, sino también la invitación a participar. En este último
caso la participación significa una adhesión solidaria. Participación
significa, en general, el hecho de tener relación con, tener en común con,
estar en comunión; que equivaldría a relación, comunicación, semejanza, conjunción, etc[1].
viernes, 17 de agosto de 2012
IPAD EN LA LITURGIA
A raíz de la
advertencia que realizaron los obispos de Nueva Zelanda al clero que
determinaron para sus diócesis que el Misal no puede ser reemplazado por
tabletas, Ipad, teléfonos u otros dispositivos, varios obispos y sacerdotes
expertos en liturgia y comunicaciones profundizaron en las razones que
impulsaron la decisión y los criterios que la Iglesia considera a la hora de
evaluar el uso de los elementos tecnológicos en la liturgia.
"Todos los credos tienen libros sagrados que son reservados para aquellos rituales y actividades que están en el corazón de la fe", habían señalado los prelados de Nueva Zelanda, quienes advirtieron que esta realidad es palpable también dentro de la Iglesia Católica: "el Misal Romano es uno de nuestros libros sagrados. Su forma física es un indicador de su papel especial en el culto".
"Todos los credos tienen libros sagrados que son reservados para aquellos rituales y actividades que están en el corazón de la fe", habían señalado los prelados de Nueva Zelanda, quienes advirtieron que esta realidad es palpable también dentro de la Iglesia Católica: "el Misal Romano es uno de nuestros libros sagrados. Su forma física es un indicador de su papel especial en el culto".
LA PARTICIPACIÓN ACTIVA
La
renovación litúrgica concretada por el Concilio Vaticano II es el resultado de
un largo proceso de reflexión del Magisterio y de la teología por medio del
movimiento litúrgico. El estudio atento de los diversos períodos
histórico-litúrgico-pastorales demuestra que en el cristianismo siempre ha
existido la preocupación y el esfuerzo por lograr que las diversas generaciones
de fieles logren una mayor y más íntima participación de la acción litúrgica.
Son diversas y variadas las formas como la Iglesia busco adaptarse a las
diversas condiciones de los creyentes y a las múltiples estructuras eclesiales,
buscando que se logre este doble movimiento propio de la celebración: llevar la
liturgia a los fieles y los fieles a la liturgia; y tratando de conseguir una
comprensión lo más profunda posible de los textos y de los ritos, para que la
participación en la celebración sea espiritualmente fructífera, plena y
completa.
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