La palabra mandorla viene del italiano y significa almendra. Designa un marco o aureola en forma oval o de almendra en donde se insertan personajes sagrados, siendo el más frecuente Jesucristo pero también, la Virgen María o los santos. Se usó preferentemente en el arte románico y bizantino.
La mandorla proviene de un elemento arquitectónico romano que consistía en poner personajes en un círculo. El clípeo que muestra el retrato de la persona fallecida en un epitafio, aparece rápidamente en sarcófagos cristianos. A menudo, la imagen (clipeata) toma la forma de una concha.