“Jesús se
llevó con él a Pedro, a Santiago y a Juan, y los condujo, a ellos solos aparte,
a un monte alto y se transfiguró ante ellos. Sus vestidos se volvieron
deslumbrantes y muy blancos; tanto, que ningún batanero en la tierra puede
dejarlos así de blancos. Y se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con
Jesús. Pedro, tomando la palabra, le dice a Jesús: -Maestro, qué bien estamos
aquí; hagamos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”
(Mc 9, 2-5).