viernes, 17 de agosto de 2012

IPAD EN LA LITURGIA

A raíz de la advertencia que realizaron los obispos de Nueva Zelanda al clero que determinaron para sus diócesis que el Misal no puede ser reemplazado por tabletas, Ipad, teléfonos u otros dispositivos, varios obispos y sacerdotes expertos en liturgia y comunicaciones profundizaron en las razones que impulsaron la decisión y los criterios que la Iglesia considera a la hora de evaluar el uso de los elementos tecnológicos en la liturgia. 

"Todos los credos tienen libros sagrados que son reservados para aquellos rituales y actividades que están en el corazón de la fe", habían señalado los prelados de Nueva Zelanda, quienes advirtieron que esta realidad es palpable también dentro de la Iglesia Católica: "el Misal Romano es uno de nuestros libros sagrados. Su forma física es un indicador de su papel especial en el culto".


LA PARTICIPACIÓN ACTIVA

Introducción

            La renovación litúrgica concretada por el Concilio Vaticano II es el resultado de un largo proceso de reflexión del Magisterio y de la teología por medio del movimiento litúrgico. El estudio atento de los diversos períodos histórico-litúrgico-pastorales demuestra que en el cristianismo siempre ha existido la preocupación y el esfuerzo por lograr que las diversas generaciones de fieles logren una mayor y más íntima participación de la acción litúrgica. Son diversas y variadas las formas como la Iglesia busco adaptarse a las diversas condiciones de los creyentes y a las múltiples estructuras eclesiales, buscando que se logre este doble movimiento propio de la celebración: llevar la liturgia a los fieles y los fieles a la liturgia; y tratando de conseguir una comprensión lo más profunda posible de los textos y de los ritos, para que la participación en la celebración sea espiritualmente fructífera, plena y completa.