La teología del Altar está íntimamente relacionada con la teología de la eucaristía. Sabemos que a lo largo de la historia se ha integrado un doble aspecto: la comprensión de la eucaristía como la cena del Señor y como sacrificio.
Sobre la mesa pascual de la Última Cena, Jesús ofrece su Cuerpo y Sangre en el pan y el vino como anticipación de su propio sacrificio en la cruz.
Así, la mesa del banquete se vincula al ara del sacrificio. En cuanto mesa, el altar es símbolo del banquete de la Pascua de Jesús y subraya el aspecto de encuentro fraternal entre los participantes. En cuanto ara, el altar es lugar del sacrificio en donde ofrecemos a Dios nuestra vida hecha ofrenda unida al sacrificio de Cristo.