sábado, 4 de febrero de 2012

MÁXIMA REALIZACIÓN DE LA IGLESIA, COMUNIDAD ORANTE


La iglesia es comunidad orante; más aún, es una comunidad que no puede vivir sin una oración continua, y por tanto es siempre orante (const. apost. Laudis canticum 8; OGLH 9- 10). La oración pública, que parecería prerrogativa de la asamblea limitada únicamente al acto de la celebración, es, por el contrario, nota identificadora estable de toda la iglesia.
Ésta no es una idea abstracta, sino real y concreta; no sólo porque comprende todas las iglesias locales y todas las asambleas de culto, aunque sin ser el simple resultado de su suma, sino sobre todo porque es una entidad presente y orante en cada comunidad eclesial y en cada reunión litúrgica por una especie de ubicuidad y omnipresencia, al menos por lo que concierne a su ámbito (cf CD 11; SC 41; OGLH 20; 21 -27).

LITURGIA, ATTUAZIONE DELL'OPERA DELLA REDENZIONE (SC 2)

La riforma liturgica voluta dal Vaticano II ha permesso di superare una visione rubricistica di Liturgia, intesa per lo più come un insieme di cerimonie da applicare con scrupolosa esattezza, per acquisire invece una visione che potremmo chiamare misterica e che consiste nell’intendere la Liturgia come azione divina che viene affidata con grande amore alla diletta Sposa di Cristo, la Chiesa, affinché questa possa offrire a tutti i suoi figli, nel corso del tempo, i misteri salvifici del nostro Redentore.