El responsorio es como un apéndice de las
lecturas, la resonancia y la prolongación conceptual del mismo. Es un recurso estético,
pero se coloca más particularmente en la esfera mística en cuanto expresa el
eco suscitado en el alma por la palabra de Dios o por otra realidad espiritual
que la atañe.
A veces aclara el sentido de la lectura bíblica o la
coloca en el contexto general de la historia salvífica, releyendo sus hechos
veterotestamentarios en perspectiva cristiana (OGLH 169).