La LH contiene un ciclo anual de pasajes
bíblicos en el oficio de lecturas. Son los insertos en la edición de la LH
en cuatro volúmenes.
Sin embargo, el proyecto de la comisión apuntaba al
ciclo bienal, destinado ahora a un quinto volumen, en el que debería figurar
también una serie correspondiente de lecturas patrísticas o de escritores eclesiásticos.
Las dos series de lecturas tendrían también naturalmente los responsorios
apropiados.
Aparte de las lecturas largas hay que considerar las
breves de una o más semanas para laudes, vísperas, tercia, sexta, nona y el
grupo ya recordado de completas. Así en la LH, teniendo en cuenta el
ciclo bienal, se leería todo el NT y del AT más del 38 por 100. Del evangelio,
sin embargo, se leen sólo algunos pasajes en las celebraciones de vigilia o
vigilias alargadas (OGLH 73). De este modo, junto con la misa y las
demás acciones litúrgicas, casi toda la Escritura reaparece cíclicamente en la liturgia.