domingo, 11 de marzo de 2012

EUCARISTÍA, PLENITUD DE VIDA


La celebración eucarística realiza la plenitud de la vida eclesial en la cual converge la revelación de Dios y la manifestación de la plena humanidad de la Iglesia. En estas tres dimensiones encontramos esta plenitud de vida: la Trinidad, la Iglesia y la humanidad.

1. Plenitud de comunión con la Trinidad
Si, según la frase de Orígenes, la Iglesia es la «plenitud de la Trinidad», es preciso afirmar que esto se realiza en la Eucaristía. Aquí tenemos la máxima revelación y comunicación de Dios, la punta máxima de las relaciones de la Iglesia con su fuente, su modelo y su meta. El carácter trinitario de la plegaria eucarística desvela el sentido trinitario de la Eucaristía: del Padre, por Cristo en el Espíritu Santo.