martes, 13 de marzo de 2012

LA EUCARISTÍA COMO CENTRO DE LA FE, DEL CULTO Y DE LA VIDA

El misterio eucarístico es el centro de la fe, como se ha dicho, porque contiene el misterio pascual, kerigma fundamental de nuestra salvación: el misterio de Cristo salvador y la confesión de nuestra salvación.
Es el centro del culto cristiano porque la Eucaristía es el momento central de la vida de la Iglesia, fuente y culmen de su experiencia, como expresa bien la Constitución SC 10.

Es el centro de la vida porque de la celebración eucarística, fuente y culmen de la vida de la Iglesia, manan los dones de la gracia y nacen compromisos precisos de vida personal, comunitaria y social.
La consideración plenaria del misterio nos permite explicitar, con la teología clásica, los tres aspectos de la Eucaristía:
«sacramentum»: y, por consiguiente, el sacrificio eucarístico en sus componentes, el pan y el vino transformados en el cuerpo y en la sangre del Señor;
«res et sacramentum»: la celebración misma con toda su riqueza de contenidos;
«res sacramenti»: la gracia sacramental de comunión con Cristo y con la Iglesia que lleva a desarrollarse en una existencia, en un compromiso de vida eucarística en la Iglesia y en el mundo.

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