Al principio se leían directamente de la Biblia las lecturas para la celebración litúrgica, de modo más o menos continuo. Cuando se comenzó a escoger fragmentos
para determinados días, éstos fueron
marcados en el margen del texto
sagrado. En un segundo momento
se hizo, primero como apéndice
del libro y luego como códice aparte,
un elenco de perícopasdistribuidas
para varios días. De ahí el término capitularia, porque hacían
la lista de los capitula con la indicación del
comienzo y del fin de cada fragmento (faltaba la actual división en capítulos y versículos).
Encontramos así leccionarios que contienen sólo los evangelios (llamados capitularía
evangeliorum), o sólo las lecturas
no evangélicas (llamados Comes,
o Liber Comitis, o Liber commicus) o también
ambos.
De los primeros se ha ocupado Th. Klauser, que ha cotejado un millar de manuscritos,
clasificándolos en cuatro tipos,
designados con las letras griegas, ІІ, Λ, Σ (romanos) y Δ (franco-romano). En cuanto al tiempo, van del 645 al 750. Hay que emparentar el primero con el
sacramentario gregoriano, los
demás con los gelasianos del siglo VIII.
Los Comes más antiguos son el de Würzburgo, que corresponde al gelasiano antiguo, y el de Alcuino, que hay que relacionar con el gregoriano. Siguen, para los gelasianos del siglo VIII, los de
Murbach (que luego pasó al Misal) y de Corbie, como principales.
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