lunes, 21 de noviembre de 2011

MISA TRIDENTINA - CANON DE LA MISA DESPUÉS DE LA CONSAGRACIÓN


I) CANON DE LA MISA DESPUÉS DE LA CONSAGRACIÓN

39 - El celebrante, erguido y con las manos extendidas ante el pecho, prosigue diciendo (siempre en voz baja) Unde et memores etc. Al llegar a las palabras de tuis donis ac datis junta las manos ante el pecho y poniendo la izquierda sobre el altar, pero dentro del corporal, traza cinco cruces con la mano derecha: tres sobre la Hostia y el cáliz juntamente, a las palabras Hostiam+puram, Hostiam+sanctam, Hostiam+inmaculatam, una sobre la Hostia sola cuando dice Panem+sanctum vitae eternae y otra sobre el cáliz solamente diciendo et Calicem+salutis perpetuae.






Prosigue luego con las manos extendidas ante el pecho, diciendo Supra quae etc. Y así continúa hasta sanctum sacrificium, inmaculatam Hostiam. Tras haber dicho lo cual, se inclina profundamente poniendo sus manos juntas sobre el borde del altar (sólo los meniques tocan el frontal) diciendo entonces: Supplices te rogamus, etc. A las palabras ex hac altaris participatione apoya sus manos de cada lado de la Hostia, sobre los corporales, y besa el altar. Acto seguido se endereza, junta las manos ante el pecho y prosigue diciendo sacrosanctum Filii tui, a continuación puesta la mano izquierda sobre los corporales, hace con la derecha un signo de cruz sobre la Hostia diciendo Cor+pus y otro sobre el cáliz diciendo et San+guinem sumpserimus. Luego, apoyando la mano izquierda sobre la cintura (cuidando de no tocar la casulla con el índice y el pulgar) se santigua con la mano derecha, diciendo omni benedictioni caelesti et gratia repleamur. Acto seguido junta las manos ante el pecho mientras dice Per eundem etc.


Continúa luego diciendo Memento etiam Domine etc. y desde que comienza estas palabras extiende, eleva y junta las manos delante del pecho o delante del rostro, haciéndolo lentamente de modo que el movimiento de las manos se termine al mismo tiempo que las últimas palabras de esta oración, a saber: in somno pacis. Queda entonces el sacerdote durante un momento con las manos juntas ante el pecho (o ante la parte inferior del rostro), la cabeza inclinada y la mirada fija sobre el Sacramento haciendo mentalmente conmemoración de los difuntos por quienes debe y quiere orar. Concluida esta conmemoración prosigue con las manos extendidas ante el pecho IpsisDomine etc. A la conclusión Per eundem Christum etc. junta las manos e inclina la cabeza[1]41.





40 -     A continuación pone la mano izquierda sobre los corporales y se da un golpe de pecho con la extremidad de los tres últimos dedos de la mano derecha, cuidando de no tocar la casulla con el pulgar y el índice, diciendo al mismo tiempo con voz un poco más alta: Nobis quoque peccatoribus.





Prosigue con las manos extendidas ante el pecho (de nuevo en voz baja) : famulis tuis etc. Si el nombre del santo cuya Misa se celebra (o del que se hace conmemoración) figura entre los que se nombran en este momento, al nombrarlo hará inclinación de cabeza hacia el Misal (a no ser que la imagen del Santo presida el altar en cuyo caso se inclinará hacia ella). Al Per Christum etc. Junta de nuevo las manos y así prosigue (con las manos juntas) diciendo Per quem haec omnia Domine semper bona creas, acto seguido reposa la mano izquierda sobre los corporales y con la derecha traza tres signos de cruz sobre el cáliz y la Hostia juntamente, diciendo sancti+ficas, vivi+ficas, bene+dicis et praestas nobis.


41 - Acto seguido descubre el cáliz (tomando la hijuela con la derecha, la izquierda sujetando el pie), hace genuflexión (las manos apoyadas sobre los corporales), toma con la mano derecha la Hostia por la parte inferior (ayudándose para ello con el índice de la izquierda) y, teniendo agarrado el nudo del cáliz con la mano izquierda, traza con la Hostia tres signos de cruz sobre la copa del mismo, moviendo para ello toda la mano y yendo de borde a borde sin


tocarlos ni sobrepasarlos, diciendo al mismo tiempo (en voz baja) Per + ipsum, et cum + ipso et in ip + so .





Luego traza dos signos de cruz, también con la Hostia, entre el cáliz y su pecho, manteniendo la mano a la misma altura y comenzando a partir del labio del cáliz más próximo al sacerdote. A la primera cruz dice est tibi Deo Patri + omnipotenti, y a la segunda in unitate Spiritus + Sancti. En seguida, teniendo la Hostia sobre el cáliz con la derecha y este con la izquierda (por el nudo), levanta un poco (unos cinco dedos) el cáliz y la Hostia juntamente, diciendo (en voz baja) omnis honor et gloria y dejando luego el cáliz y la Hostia en su respectivo lugar purifica sus dedos sobre la copa del cáliz, lo cubre con la hijuela y hace genuflexión.










[1] Es la única vez que las rúbricas exigen una inclinación al nombre de Christus sin que vaya unido a Iesus. Para no olvidar esta inclinación conviene notar que se trata de la conclusión del Memento de difuntos y recordar que Cristo, muriendo, inclinó su cabeza.

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