sábado, 25 de agosto de 2012

SIGNIFICADO DE PARTICIPACIÓN EN LA SACROSANCTUM CONCILIUM


La Sacrosanctum Concilium en continuidad con la Mediator Dei profundiza y clarifica el concepto de participación. La Iglesia desea ardientemente que la participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas llegue a todos los fieles, ya que está es una exigencia de la naturaleza misma de la liturgia. La liturgia es la fuente primaria y necesaria de donde los fieles beben el espíritu verdaderamente cristiano. La participación activa es un derecho y obligación de todo el pueblo cristiano, en virtud del bautismo, linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido[1].




            La participación en la liturgia no es algo extrínseco, sino una parte integrante y constitutiva de la misma acción litúrgica. Es una realidad directamente santificadora y cultual. Por esta razón, los pastores de almas deben vigilar para que los fieles participen en ella consciente, activa y fructuosamente. Para poder garantizar la plena eficacia de la gracia es necesario que los fieles se acerquen a la sagrada liturgia con recta disposición de ánimo, pongan su alma en consonancia con su voz y colaboren con la gracia divina, para no recibirla en vano[2].



            La participación activa es una exigencia de la participación al sacerdocio de Cristo, sacerdocio común y ministerial. Cada uno, según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual, recibe un influjo diverso en las acciones litúrgicas, La liturgia es una acción jerárquica y comunitaria. Son celebraciones de la Iglesia que es sacramento de unidad.

Tomás H. Jerez

                [1] Cf. SC 14.
                [2] Cf. SC 11.

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