martes, 7 de febrero de 2012

PARTICIPACIÓN EN LA ALABANZA MUTUA DE LAS PERSONAS DIVINAS


La oración cristiana tiene un origen trinitario porque es el himno que resuena eternamente en el ámbito de las tres personas divinas, traído por el Verbo a la tierra cuando se hizo hombre. Entonces, de pura alabanza que era, pasó a ser también adoración, propiciación, intercesión (SC 83; OGLH 3). Sin embargo, en ninguna oración estamos asociados a Cristo cantor de este himno trinitario como en la LH, al ser ésta la oración por excelencia de su cuerpo, de su esposa, de su pueblo (SC 83; OGLH 15-16).
La salmodia de la iglesia es llamada "hija de aquella himnodia que resuena incesantemente ante el trono de Dios y del Cordero".

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