viernes, 17 de agosto de 2012

LA PARTICIPACIÓN ACTIVA

Introducción

            La renovación litúrgica concretada por el Concilio Vaticano II es el resultado de un largo proceso de reflexión del Magisterio y de la teología por medio del movimiento litúrgico. El estudio atento de los diversos períodos histórico-litúrgico-pastorales demuestra que en el cristianismo siempre ha existido la preocupación y el esfuerzo por lograr que las diversas generaciones de fieles logren una mayor y más íntima participación de la acción litúrgica. Son diversas y variadas las formas como la Iglesia busco adaptarse a las diversas condiciones de los creyentes y a las múltiples estructuras eclesiales, buscando que se logre este doble movimiento propio de la celebración: llevar la liturgia a los fieles y los fieles a la liturgia; y tratando de conseguir una comprensión lo más profunda posible de los textos y de los ritos, para que la participación en la celebración sea espiritualmente fructífera, plena y completa.




            Aunque el concepto de participación se ha comenzado a teorizar a inicios del siglo pasado, este ha estado siempre presente en la vida de la Iglesia y de la acción litúrgica. La participación activa ha buscado en todo momento el mayor bien espiritual de los fieles. El concepto participación es relativo y se relaciona con la comprensión (propia de cada época y de cada generación de cristiánanos) de la realidad de la celebración y de cuanto en ella se realiza. La comprensión crece continuamente.

            La celebración puede alcanzar por sí misma sus propias finalidades, aunque la participación de los fieles sea reducida a lo mínimo. No obstante ésta pide y exige una participación cada vez más personal y comunitaria, interna y exterior, plena y profunda, para que no sea desamparada, coartada o inutilizada la iniciativa y la participación de las personas divinas.

            Este trabajo tiene el objetivo de mostrar cual es el sentido profundo que, los padres conciliares, quieren dar al concepto “participación activa” en la Constitución Sacrosanctum Concilium. Intentaremos realizar una exposición progresiva del argumento partiendo del análisis de los conceptos: participación y participación activa; luego haremos un sintético recorrido histórico, haciendo una mención de los documentos más significativos que abordaron el tema de la participación activa, durante el siglo pasado; ofreceremos una visión de conjunto de la Sacrosanctum Concilium y de su estructura, para entender el contexto general en el cual se inserta la participación activa; Finalmente se desarrollara con la amplitud y los límites de la extensión de este trabajo, el sentido de la participación activa, que implica, por un lado que la liturgia sepa envolver a los fieles en los misterios que en ella se celebran, y por otro, que la personas se deje involucrar por el rito, mediante la participación plena de todas sus dimensiones, es decir, con la inteligencia, la voluntad y la emotividad.

Tomás H. Jerez

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