jueves, 13 de enero de 2011

LA LITURGIA HA SIDO HERIDA POR DEFORMACIONES ARBITRARIAS

El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Antonio Cañizares Llovera, afirmó que la liturgia "ha sido herida" por "deformaciones arbitrarias" provocadas "por la secularización", también presente "dentro de la Iglesia", en una entrevista concedida al diario italiano 'Il Giornale'.
Como consecuencia, según manifestó el cardenal español, en las celebraciones "no se pone a Dios en el centro, sino al hombre y su protagonismo, a su acción creativa" e insistió en que la renovación que preveía el Concilio Vaticano II "fue entendida como una ruptura y no como un desarrollo orgánico de la tradición".

Declaró, asimismo, que la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II "se realizó demasiado rápido" y que "hubo demasiada precipitación" en aplicar las reformas porque "no se dio tiempo y espacio suficiente para acoger e interiorizar las enseñanzas del Concilio" y que "de pronto se cambió el modo de celebrar".
Según afirmó, después del Concilio la mentalidad difundida era que "se necesitaba cambiar, crear algo nuevo" y que "la tradición" era vista como "un obstáculo". Tras el Concilio, según recordó, la renovación de la liturgia se vio como algo que debía surgir "de la imaginación y de la creatividad, la ‘palabra mágica’ de ese tiempo".
Por otro lado, aseguró que la liturgia católica "vive una cierta crisis" y que Benedicto XVI quiere dar vida a un nuevo movimiento litúrgico que lleve consigo "más sacralidad y silencio en la misa". Por ello, abogó por que la Iglesia recupere los gestos introducidos por el Papa en la liturgia, como "la cruz en el centro del altar, la comunión de rodillas, el canto gregoriano, el espacio para el silencio y la belleza del arte sacro".
Manifestó, además, que ve "absolutamente necesario y urgente" dar vida "a un nuevo, claro y vigoroso movimiento litúrgico en toda la Iglesia" y que los cristianos deben entender que "Cristo está presente en la Iglesia a través de los Sacramentos" y que la liturgia "no es una acción del hombre, sino acción de Dios".
Finalmente, declaró que “no se debe tener ninguna duda sobre la bondad de la renovación litúrgica conciliar" que trajo "grandes beneficios a la vida de la Iglesia" como la participación "más consciente y activa de los fieles y la presencia enriquecida de la Sagrada Escritura".

Roma (Italia), 31 Dic. 10 (AICA)

0 comentarios:

Publicar un comentario