En las catequesis de las semanas
anteriores presenté algunos aspectos de la teología medieval. Pero la fe
cristiana, profundamente arraigada en los hombres y las mujeres de aquellos
siglos, no dio origen solamente a obras maestras de la literatura teológica,
del pensamiento y de la fe. Inspiró también una de las creaciones artísticas
más elevadas de la civilización universal: las catedrales, verdadera gloria del
Medievo cristiano. Durante casi tres siglos, a partir de comienzos del siglo
XI, en Europa se asistió a un fervor artístico extraordinario. Un antiguo
cronista describe así el entusiasmo y la laboriosidad de aquellos tiempos:
"Sucedió que en todo el mundo, pero especialmente en Italia y en las
Galias, se comenzaron a reconstruir las iglesias, aunque muchas de ellas, que
todavía estaban en buenas condiciones, no necesitaban esa restauración. Era
como una competición entre un pueblo y otro; parecía que el mundo, liberándose
de los viejos andrajos, por todas partes quisiera revestirse del blanco vestido
de nuevas iglesias. En definitiva, los fieles de entonces restauraron casi todas
las iglesias catedrales, un gran número de iglesias monásticas e incluso
oratorios de pueblo" (Rodolfo el Glabro, Historiarum 3, 4).
La Igleisa necesita de santos, lo sabemos, y ella necesita también de artistas hábiles y capaces; los unos y los otros, santos y artistas, son testimonio del espíritu que vive en Cristo (Pablo VI Carta a los miembros de la Comisión Diocesana de Arte Sacra. 4 de junio de 1967).
Tomás H. Jerez
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jueves, 22 de diciembre de 2011
XVI Convegno Liturgico per Seminaristi
Roma, 28 – 30 dicembre 2011
Istituto Maria SS. Bambina
Via Paolo VI, 21
Il convegno è aperto ai seminaristi dei corsi di teologia ed agli alunni degli studentati religiosi
La quota di iscrizione è di Euro 40,00
Il costo del pacchetto comprensivo di quota di iscrizione e alloggio è di Euro 240,00
Per avere informazioni sulle modalità di iscrizione e sulla disponibilità delle stanze, si prega di contattare la Segreteria del CAL: tel. 06 4741870 - centroazioneliturgica@email.it
ANTONI GAUDÍ, “L’ARCHITETTO DI DIO” 6/7
Una
delle poche passioni che Gaudí aveva conservato, nell’ultimo periodo della sua
esistenza terrena, era l’amore per la musica. Alla fine della sua giornata di
lavoro, specialmente la domenica, gli piaceva fare una lunga passeggiata a
piedi che terminava all’oratorio di San Filippo Neri. Qui sostava in preghiera
tutte le vigilie e si estasiava con la messa cantata. Considerava il canto
gregoriano come un prolungamento della sua arte. O, piuttosto, il contrario,
l’architettura era per lui una riproduzione in pietra del canto d’elogio che
rappresentava il gregoriano. Il legame con l’Oratorio era rinforzato anche
dalla presenza di un sacerdote singolare, il Padre Agustín Mas Folch, che era
il suo direttore spirituale e che sarà ucciso nel 1937, durante la persecuzione
religiosa. E sarà anche questa passione ad essergli fatale.