SEGUN EL RITO ROMANO en su FORMA
EXTRAORDINARIA
A) OBJETOS
NECESARIOS
Para
celebrar una Misa rezada según el rito romano extraordinario es necesario
primero preparar una serie de objetos en el altar, en la credencia y en la
sacristía:
Sobre el altar
1 – Manteles. El altar
ha de hallarse cubierto por tres manteles blancos de lino que cubran toda la superficie
y que, al menos el superior, cuelgue por ambos lados hasta cerca del suelo.
2 – Crucifijo. En el centro del altar
debe haber un crucifijo, puesto en medio de los candelabros. No basta una cruz
desnuda, sino que debe tener sobre ella la imagen del Crucificado. Debe ser de
tal tamaño y colocado de tal modo que tanto el sacerdote como los fieles puedan
verlo fácilmente.
La
pequeña cruz que suele rematar el sagrario no puede reemplazarlo, en dicho caso
ha de colocarse el crucifijo sobre el sagrario. Normalmente, sin embargo, se ha
de colocar sobre la grada del altar (si la tiene) o directamente sobre el
altar, pero siempre en el centro del mismo (jamás a un lado o al otro). Nada
hay prescrito sobre la materia en que debe estar hecho pero normalmente el
crucifijo es de metal y más raramente de madera.
3 – Candelabros. Habitualmente ha de
haber sobre el altar dos, cuatro, o seis candelabros, colocados de manera
simétrica a ambos lados del crucifijo, directamente sobre el altar o sobre la
grada si la hubiera.
Han de ser candelabros
individuales pues no está permitido usar candelabros de brazos, p.ej. un
candelabro de tres brazos a cada lado de la cruz, ni menos aún reemplazarlos
por apliques fijados al retablo o al muro[1] 1.
Normalmente el candelabro de
altar consta también de tres elementos: un basamento o pie que lo sostiene, un
tallo o vástago más o menos alto y un cajillo donde se inserta el cirio (o a veces
una punta donde se lo clava). El cajillo suele llevar en su base un platillo
para recoger la cera derretida.
La altura de los candelabros
debe ser proporcionada a la de la cruz de altar, en concreto: deben llegar
aproximadamente a la altura de la punta de abajo de la cruz, lo que significa
que han de ser tan altos como el tallo sobre el que se asienta la cruz de
altar. (Generalmente, si se trata de un juego completo, el vástago de los
candelabros y el de la cruz tienen la misma forma y el mismo tamaño).
4 – Cirios. Sobre los candelabros han de
disponerse los cirios. Los cirios que se ponen en el altar han de ser
completamente de cera o de cera en su mayor parte. Se tolera el uso de tubos
que imitan los cirios verdaderos y que contienen uno en su interior. El grosor
y la altura de los cirios es una cuestión estética y dependerá de la altura y
estilo de los candelabros.
Para la Misa rezada han de encenderse
al menos dos cirios sobre el altar. Para encender los cirios se comienza por el
lado de la Epístola ,
alumbrando primero el que se encuentra más cerca del [5] crucifijo y terminando por el más alejado. Después se procede del
mismo modo en el lado del Evangelio. Para apagarlos se comienza en el lado del
Evangelio, empezando por el cirio más alejado de la cruz y terminando por el
más próximo. Después se hace lo mismo del lado de la Epístola.
5 – Sacras.
Las sacras son unos cuadros, generalmente artísticamente encuadrados, sobre los
que se hallan escritas ciertas oraciones difíciles de leer en el misal. Aunque la
rúbrica sólo exige la de en medio, la costumbre universal es que sean tres:
una que se pone al lado del Evangelio y que contiene el inicio del Evangelio
según san Juan, otra que se pone al lado de la Epístola y que contiene
el salmo Lavabo inter
innocentes (a
veces también la bendición del agua) y la tercera, normalmente más grande, que
se pone en el medio y que contiene las palabras de la consagración, el Gloria, el Credo y otras oraciones.
6 – Atril. Debe haber sobre el altar un
atril o un cojín para poner el misal sobre él. El atril puede ser de madera o
de metal y se puede recubrir con un velo del color de los ornamentos de la Misa. El cojín puede ser
siembre blanco (o rojo) aunque también puede conformarse al color de los ornamentos.
Antes de empezar la misa el atril (o el
cojín) ha de estar puesto en el extremo del lado de la Epístola (a la derecha
del altar según se lo mira desde la nave). Ha de estar colocado de frente a la nave
de la iglesia (de modo que su límite anterior discurra paralelo al borde anterior
del altar), y no un poco de lado ni oblicuo.
7 – Misal. Sobre el atril o el cojín ha
de colocarse el Misal, que ha de estar cerrado[2], con la primera página debajo
de manera que el lomo mire hacia la parte exterior derecha del altar y la
abertura hacia el centro del mismo. Es conveniente que antes de poner el misal
sobre el altar se hayan señalado las páginas de la misa que se vaya a decir,
utilizando las cintas que sirven para ello. El Misal puede cubrirse con una
funda de tela del color de los ornamentos del día[3] [3].
8 - Otros elementos. Además de los
objetos que venimos de enumerar y que constituyen el ajuar mínimo y obligatorio,
puede adornarse el altar (según la solemnidad) con otros elementos como, p.ej.
un antipendium o frontal de metal noble o de tela del color de los ornamentos
de la misa, jarrones con flor cortada[4] o con flores artificiales,
relicarios, etc.
Sobre la credencia
9 - La
credencia es una mesilla de pequeño tamaño que se coloca a la derecha del altar
(según se lo mira desde la nave), es decir: al lado de la Epístola. Se la debe
cubrir con un mantel blanco. Antes de empezar la misa rezada se deberán poner
sobre ella los siguientes objetos:
Las vinajeras, que son dos pequeños vasos que
normalmente han de ser de cristal, aunque se permite el uso de vinajeras de
plata o de oro. Una vinajera debe estar llena de vino y la otra de agua. Se han
de colocar sobre un platillo.
El manutergio, es un lienzo de tela de color
blanco del que se sirve el sacerdote para secarse los dedos después del lavabo. Se ha de poner plegado encima de las
vinajeras, pero si estas están provistas de un tapón o de una tapadera, se pone
sobre el platillo de las vinajeras.
Una campanilla. Puede tratarse de una
campanilla o de un carrillón (varias campanitas sujetas por un sólo mango). No
pueden ser reemplazadas por un gong ni por ningún otro instrumento a no ser por
la matraca que se usa en su lugar solamente desde el Jueves Santo hasta el
Sábado Santo.
Un platillo de comunión. Si se ha de distribuir la
comunión a los fieles el ministro acompañará al sacerdote sosteniendo dicho
platillo que ha de ser de metal.
Un candelabro pequeño o
palmatoria con su cirio. En España se suele poner sobre el altar un candelabro encendido
desde el momento de la consagración hasta las abluciones. Si se sigue este uso,
se pondrá el candelabro con la vela apagada sobre la credencia. Conviene
también poner lo necesario para encenderla cuando llegue el momento.
Un copón. Si durante la Misa se hubiesen de consagrar
partículas para la comunión de los fieles se pondrán estas dentro de un copón
que es un vaso sagrado fabricado en oro, plata o en otro tipo de metal con tal
que la copa esté dorada interiormente. El copón debe hallarse provisto de una
tapadera, generalmente de forma abombada y coronada por una cruz.
Un pabellón que es un velo de seda blanca,
de forma circular, con el cual debe cubrirse el copón cuando este contiene el
Stmo. Sacramento.
En la sacristía
– Ornamentos sagrados
En la sacristía han de
prepararse los ornamentos sagrados del sacerdote, las vestiduras del acólito y
el cáliz con sus accesorios.
10 - Los
ornamentos sagrados se disponen sobre una mesa conveniente, en el orden siguiente:
La
casulla. Ha de
ser del color prescrito para la misa que se va a celebrar.
La
estola. Del
mismo color que la casulla, se dispone sobre ella.
El
manípulo.
También del color de la casulla. Se coloca sobre la estola.
El
cíngulo. Es un
cordón generalmente de hilo o de seda terminado en borlas. Puede ser siempre blanco
o del color de la casulla. Se coloca encima de la estola y el manípulo, con las
borlas hacia la derecha.
El
alba. Es una
túnica siempre de color blanco. Puede tener encajes en la parte inferior y en
las bocamangas. Se coloca encima de todo lo anterior.
El
amito. Es un
lienzo de tela siempre de color blanco y de forma rectangular. Lleva en sus extremidades
superiores dos cintas largas que suelen ser también blancas, aunque en España algunas
veces las cintas son separables del resto y se conforman al color de la
casulla.
El
bonete. Sirve
para que el sacerdote se cubra la cabeza cuando va y cuando viene del altar en
la misa rezada. En España tiene una forma especial, con cuatro puntas rígidas,
en el resto del mundo se usa la forma romana que sólo tiene tres puntas y es plegable.
Para los simples sacerdotes el bonete es de color negro y puede llevar una
borla o no. El bonete se coloca encima del amito.
Es
conveniente preparar en la sacristía una tablilla o cartón con las oraciones
que el celebrante dirá al revestirse.
Para
el ministro o monaguillo es conveniente tener una sotana (negra o roja si se
trata de un niño) y un sobrepelliz.
11 – El cáliz con todos sus
accesorios. Además de lo anterior, ha de prepararse en la
sacristía el cáliz con todos sus accesorios, a saber:
El
cáliz, que es
un vaso sagrado destinado a recibir en él la Sangre de Cristo después de la consagración. La
copa del cáliz debe ser de oro, o de plata (al menos en su interior). Si es de
plata debe estar sobredorada en el interior. El tallo y el pie pueden ser de
otra materia. Hacia la mitad del tallo, el cáliz debe tener un nudo.
Purificador. Sobre el cáliz se pone el
purificador, dejándolo caer sobre la boca del cáliz y haciéndolo colgar por
ambos lados. El purificador es un lienzo rectangular de tela blanca que sirve
para que el celebrante enjugue el cáliz.
Cucharilla. Sobre el purificador se pone
la cucharilla. El uso de la cucharilla no es de origen romano. De hecho, las
rúbricas no la prevén. Sin embargo la
S. C. de ritos autorizó su uso en los países donde existe. En
efecto, la cucharilla es usada en los países germánicos y en España, aunque de
modo diferente. En España la cucharilla suele estar sujeta a una cinta que se
termina por la otra punta en una borla o en una medalla. Dicha cinta se coloca
sobre el purificador, haciendo colgar la cucharilla por un lado y la medalla (o
la borla) por el otro. En Alemania y en los países germánicos la cucharilla va
sola, por eso se la pone dentro de la copa del cáliz, sobre el purificador que,
a causa de ello, debe ser hundido en el centro, hasta el fondo de la copa.
La
patena. A
continuación se pone la patena sobre la boca del cáliz. La patena es un disco
hecho de oro o al menos de plata. Si es de plata ha de estar sobredorada por la
parte cóncava (sobre la que se pone la hostia).
En
el centro de la patena se coloca una hostia grande. Antes de ponerla en la patena
se ha de cuidar que la hostia no esté quebrada ni manchada y que no tenga los
bordes resquebrajados o con fragmentos.
Palia
redonda. La
hostia se cubre con la palia redonda (según la costumbre española) o con la
hijuela (según el uso general). La palia es una pieza de tela blanca, de forma
redonda, mientras que la hijuela es también una pieza de tela blanca pero de
forma cuadrada.
Entrambas
pueden ser de dos modos diferentes: o bien son de simple tela almidonada o bien
se componen de dos telas superpuestas y cosidas entre sí por el borde, como un
cojín, que se rellena con un cartón lo cual las vuelve muy rígidas. En este
caso, la parte superior suele adornarse con bordados, galoncillos etc. Pero la
parte inferior (que es la que toca la hostia) debe siempre ser de tela blanca
lisa.
La
palia redonda sirve para cubrir la hostia colocada sobre la patena hasta el ofertorio.
La
hijuela sirve
para cubrir el cáliz durante la
Misa , desde el ofertorio hasta la comunión. Si no se usa la
hijuela para cubrir la hostia y la patena (por usarse la palia) se la pondrá
dentro de los corporales.
El
velo del cáliz,
es un trozo de tela de forma cuadrada y del mismo color de la casulla. Suele llevar
un galón por el borde y una cruz de galón o bordada en el centro o en medio del
lado que cubrirá la parte delantera del cáliz. Con dicho velo ha de cubrirse el
cáliz cuando ya ha sido 8 preparado. Normalmente el velo
debe cubrir el cáliz completamente por sus cuatro costados sin que quede a la
vista nada de él. Pero si, como suele ocurrir, el cáliz es demasiado alto o el
velo demasiado pequeño para cubrirlo por completo, se ha de poner de tal modo
que al menos toda la parte delantera del cáliz quede cubierta, incluso el pie.
Los
corporales, son
un lienzo cuadrado de tela blanca de aproximadamente 50 cm . de lado. Es conveniente
que los corporales estén almidonados. Pueden llevar una pequeña cruz bordada
sin relieve para indicar la parte anterior pero ningún otro bordado ni
ornamento está permitido en su superficie. En cambio puede llevar una tira de
encajes por el borde.
Los
corporales se han de plegar formando nueve cuadrados iguales. Para ello se lo
pliega primero en tres partes, comenzando por el lado anterior y poniendo
después el lado posterior por encima.
Después
se pliega en el otro sentido, formando tres partes iguales.
Si
la hijuela no ha sido empleada para cubrir la patena debe ponerse dentro de los
corporales al plegarlos.
La
bolsa de los corporales es una especie de funda o carpeta cuadrada, hecha de tela del mismo color
que la casulla, forrada y rellena por dentro con un cartón que la vuelve rígida.
Suele llevar un galón en el borde y una cruz en el centro aunque nada de ello
es obligatorio. Los corporales (y eventualmente la hijuela) se introducen
dentro de esta bolsa.
Por último, la bolsa conteniendo los
corporales se coloca horizontalmente encima del cáliz, sobre el velo del mismo.
La apertura de la bolsa debe mirar a la parte de atrás.
* * * * * * * * * * * * *
[1] [1] Los candelabros de brazos y los apliques pueden usarse para la
exposición solemne del Stmo. Sacramento. O para añadir una iluminación
supletoria durante la Misa
(p.ej. en el camarín del retablo, puestos sobre columnillas,etc). Nunca pueden,
sin embargo, reemplazar los candelabros de altar.
[2] El Misal sólo se prepara abierto sobre el
altar si se trata de una misa cantada o de una misa solemne (con diácono y
subdiácono).
[3] Dichas fundas, de uso frecuente en Roma,
suelen ser de seda, adornadas con galones. Son un poco más largas que el libro
y en la parte inferior llevan flecos. Son fáciles de quitar y se sujetan con
cintas o con botones.
[4] En cambio no se deben poner sobre el altar flores ni plantas en sus
macetas. Estas pueden disponerse eventualmente en otros lugares de la iglesia.
EXELENTE EXPLICACION
ResponderBorrarEXELENTE EXPLICACION
ResponderBorrar