Si a lo largo de los trabajos del concilio
no se registran hechos particularmente relevantes a propósito de la plegaria
eucarística (la orientación prevalente ha sido la de no considerar el canon
entre "las partes de la misa" para las que se pueda prever el uso de
la lengua vernácula: cf SC 54), los años inmediatamente siguientes ven
abrirse un debate muy vivo y el comienzo de una serie de opciones de reforma de
notable amplitud.
Precisamente para poder captar todas las
dimensiones del problema, nos mantenemos atentos al sucederse de las diversas
etapas con las que la intervención de los organismos oficiales encargados de la
reforma se ha ido poco a poco manifestando.