El misterio eucarístico es el centro de la fe, como se ha dicho, porque contiene
el misterio pascual, kerigma fundamental de nuestra salvación: el misterio de
Cristo salvador y la confesión de nuestra salvación.
Es el centro del culto cristiano porque la Eucaristía es el
momento central de la vida de la Iglesia, fuente y culmen de su experiencia,
como expresa bien la Constitución SC 10.