Tomás H. Jerez

miércoles, 22 de junio de 2011

EL SERVICIO DE LECTOR


Leer las lecturas no es una tarea del presidente de la celebración, sino de otro ministro: el lector.
Hacer de lector es una tarea importante dentro de la asamblea. Los que la realizan deben ser conscientes de ello, y vivir el gozo y a la vez la responsabilidad de ser los que harán posible que la asamblea reciba y celebre aquella Palabra con la cual Dios habla a sus fieles, aquellos textos que son como los textos constituyentes de la fe.El ministerio del lector corresponde, en primer lugar, a quienes oficialmente han sido "instituidos" como tales: no significa que éstos tengan que leer siempre, sino que conviene que lo hagan en las ocasiones más relevantes y que se preocupen de que la Palabra de Dios sea bien proclamada y recibida por la asamblea.

IL SACRO

 
MENSILLE DI ARTE E ARCHITETTURA NELLA CHIESA CONTEMPORANEA


SAECULORUM VALUE



LA LITURGIA Y LA PARROQUIA


La división de la Iglesia en diócesis y la parcelación de las diócesis en parroquias privilegian la importancia de la institución parroquial en la acción pastoral, al menos cuantitativamente. Además, gracias a la visibilidad de su campanario y fachada, la parroquia es un lugar público de culto masivo donde se reúne periódicamente el pueblo de los bautizados que habitan en un mismo territorio. Abierta a todo el mundo, y sin apenas exigencias para el acceso sacramental, los cristianos encuentran en la parroquia a la Iglesia, sobre todo con ocasión de la liturgia, y ahí ejercen la mayoría de los presbíteros su ministerio sacramental. A escala reducida y local, la parroquia es el modelo oficial de visibilización eclesial, visibilización llevada a cabo primordialmente a través de las celebraciones litúrgicas.