En todas partes y en todo tiempo la rosa ha inspirado a los artistas por la belleza de su forma, por su perfume agradable, y también por sus espinas. Y es considerado como el símbolo universal del amor.
Los cristianos la han utilizado como elemento decorativo, En el ámbito arquitectónico es conocido su uso en los rozones góticos de las fachadas de las catedrales francesas. Cuando la escena del crucifixión ha comenzado ha ser representada, ha sido algo natural imaginar que la dolorosa corona de espinas llevada por Cristo durante la pasión fuese hecha con ramas de rosal, además que estas se prestan muy bien para ser artísticamente entrelazadas.